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Lo mejor que le ha pasado a los ojos: la oftalmología funcional

Los ojos nunca habían sido tan afortunados como en el siglo 21, ya que hemos podido entenderlos desde un nuevo punto de vista llamado, oftalmología funcional. 

Es un enfoque integral de la salud visual y ocular que se centra en la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la visión, así como en mejorar el rendimiento visual y la calidad de vida. 

A diferencia de la oftalmología tradicional que aplico desde hace muchos años, con la que corrijo problemas visuales mediante gafas, lentes de contacto o cirugías, la oftalmología funcional busca tratar las causas subyacentes de los problemas visuales y optimizar la función ocular en general.

Sigue leyendo para que conozcas a más profundidad este fascinante modelo de atención oftalmológica que ha ayudado a millones de personas en el mundo a prevenir y resolver sus problemas de visión, molestias y enfermedades oculares.

 

Qué es la oftalmología funcional

Es un modelo de atención oftalmológico que se basa en la comprensión de que la visión es un proceso dinámico que involucra al cerebro, los ojos y el sistema nervioso. 

Los oftalmólogos funcionales consideramos factores como la nutrición, el estilo de vida, la postura, el equilibrio y el funcionamiento del sistema nervioso central para desarrollar tratamientos individualizados y mínimamente invasivos específicos para cada paciente.

Esta disciplina ha ganado popularidad en los últimos años debido a varias razones:

  • Enfoque preventivo y personalizado: busca prevenir problemas visuales antes de que ocurran y proporcionar soluciones personalizadas.

  • Tratamientos no invasivos: a menudo se combinan terapias no invasivas, como ejercicios oculares, terapia de luz y cambios en la dieta, lo que los hace atractivos para quienes buscan enfoques menos quirúrgicos y más naturales para mejorar su salud visual.

  • Integración de la salud visual y general: esta disciplina reconoce que la salud visual está estrechamente relacionada con la salud general y aboga por un enfoque integral para mejorar la salud y el bienestar general de los pacientes.

  • Mayor conciencia sobre la importancia de la salud visual: con la creciente prevalencia de trastornos visuales y el aumento del tiempo que pasamos frente a dispositivos digitales, cada vez más personas buscan enfoques proactivos e integrales para mejorar y mantener su salud visual.

 

Oftalmología funcional vs. oftalmología tradicional

Debes entender que la oftalmología funcional no es que sea mejor que la oftalmología tradicional, ya que ambas disciplinas tienen sus propias ventajas y aplicaciones específicas. De hecho, pueden trabajar juntas para proporcionar una atención integral a los pacientes. 

La elección del enfoque adecuado depende de las necesidades individuales del paciente y de la naturaleza de su condición ocular.

Mientras que la oftalmología tradicional cuenta con tratamientos médicos y quirúrgicos bien establecidos y ampliamente aceptados para muchas enfermedades oculares, la oftalmología funcional se basa en comprender la interacción entre la genética, el estilo de vida, la nutrición y el medio ambiente en la salud visual de cada individuo. 

 

En qué ámbitos interviene la medicina funcional

  • Nutrición: enfatiza la importancia de una dieta equilibrada y rica en nutrientes para mantener la salud y prevenir enfermedades. Puede incluir recomendaciones sobre la ingesta de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos esenciales y otros nutrientes para abordar deficiencias o desequilibrios específicos.

  • Estilo de vida: los cambios en el estilo de vida, como el ejercicio regular, la reducción del estrés, el sueño adecuado y la eliminación de hábitos poco saludables (como fumar y consumir alcohol en exceso) pueden ser componentes clave de un plan de tratamiento funcional.

  • Control del estrés y técnicas de relajación: reconoce la importancia del bienestar emocional y el manejo del estrés en la prevención y el tratamiento de enfermedades. Técnicas como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual pueden ser parte del enfoque funcional.

  • Suplementos: puede incluir el uso de suplementos naturales o de venta libre para abordar deficiencias nutricionales específicas o promover la salud en general.

  • Terapias complementarias y alternativas: puede incorporar terapias como la acupuntura, la quiropráctica, la homeopatía, la naturopatía y otras modalidades de sanación no convencionales para complementar los tratamientos médicos tradicionales.

  • Medicina personalizada: se busca comprender la susceptibilidad genética de cada individuo a ciertas enfermedades y adaptar los tratamientos en consecuencia. Esto puede incluir pruebas genéticas y la personalización de intervenciones dietéticas, de estilo de vida y suplementarias basadas en las necesidades específicas de cada paciente.

  • Desintoxicación y apoyo al sistema inmunológico: se abordan la exposición a toxinas ambientales y se promueve la desintoxicación y el apoyo al sistema inmunológico, mediante intervenciones dietéticas, suplementos y cambios en el estilo de vida.

Es importante destacar que la medicina funcional no reemplaza la medicina convencional, sino que la complementa al abordar aspectos de la salud que a menudo no se tratan en el enfoque tradicional. 

La medicina funcional tiene como objetivo tratar a la persona en su totalidad, considerando todos los aspectos de su vida y salud para proporcionar un enfoque de tratamiento verdaderamente personalizado e integral.

Es eficaz en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares y problemas refractivos, como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Además, cuenta con tratamientos médicos y quirúrgicos bien establecidos y ampliamente aceptados para muchas enfermedades oculares.

 

Problemas visuales relacionados con la función del sistema visual que aborda la oftalmología funcional

  • Insuficiencia de convergencia: dificultad para que los ojos trabajen juntos al enfocar objetos cercanos.
  • Ambliopía (ojo vago): reducción en la agudeza visual en uno o ambos ojos debido al desarrollo visual deficiente durante la infancia.
  • Estrabismo: desalineación de los ojos, lo que resulta en que uno o ambos ojos se desvíen hacia adentro o hacia afuera.
  • Problemas de enfoque y acomodación: dificultad para cambiar el enfoque de cerca a lejos y viceversa.
  • Problemas de percepción visual: dificultades en la interpretación y el procesamiento de la información visual en el cerebro.

La oftalmología funcional proporciona enfoques complementarios y no invasivos para mejorar la función visual y la calidad de vida en estos casos. 

La terapia visual, por ejemplo, puede ser útil para mejorar la coordinación y el enfoque de los ojos, así como para desarrollar habilidades de percepción visual.

Par terminar, la oftalmología funcional y la oftalmología tradicional no son mutuamente excluyentes. Pueden trabajar juntas para proporcionar una atención integral a los pacientes. 

Lo ideal es consultar a un profesional de la salud visual calificado y discutir las opciones de tratamiento y prevención adecuadas para cada caso individual.

En resumen, la oftalmología funcional es una disciplina emergente en la medicina que busca mejorar la salud visual y ocular mediante enfoques holísticos y personalizados.