Cómo los desequilibrios hormonales pueden afectar la salud ocular

No aguantar las ganas de rascarte los ojos, sentir que te entró una arenilla, no soportar la luz de la computadora o los faros de carros por las noches, tenerlos rojos y ver borroso.

Qué incómodo vivir de esa manera. ¿Sabes cuál es la razón? El ojo seco, una condición que puede durar por años y desmejora la calidad de vida de millones de personas.

De hecho, en los últimos años es una de las quejas más frecuentes en mi consulta oftalmológica.

Y a pesar de que parece simple tratarlo con lágrimas lubricantes para mejorar los síntomas, hay que analizar la raíz del problema a profundidad. Aquí descubrirás una razón para que aparezca el ojo seco que muy poca gente conoce. Vas a sorprenderte.

¿Qué es el síndrome del ojo seco?

El síndrome del ojo seco, también conocido como enfermedad del ojo seco, es una condición crónica producto de la lubricación inadecuada de los ojos.

Los síntomas típicos incluyen:

Picazón.
Ardor.
Enrojecimiento.
Sensación de un cuerpo extraño en los ojos.
Sensibilidad a la luz.
Visión borrosa.

¿Cuál es la relación entre el ojo seco y los trastornos emocionales?

Hay muchas causas asociadas, pero quiero detenerme en una de las más frecuentes: el ojo seco tiene una estrecha relación con los trastornos emocionales latentes, como la ansiedad y la depresión.

Aunque parezca imposible, estresarte porque tienes que hacer un sinfín de diligencias, la casa, el trabajo, los hijos, o caer en depresión, podría causarte todos estos síntomas.

Así lo he comprobado en muchos de mis pacientes que sufrían por molestias extremadamente incómodas y limitantes, restándoles calidad de vida y bienestar.

Y, en muchos casos, descubrí que es imposible resolver efectivamente el ojo seco sin evaluar y tratar trastornos emocionales que pueden contribuir con los síntomas.

La buena noticia es que se puede mejorar la producción de lágrimas en ojo seco, reducir la inflamación

¿Cómo puedo aliviar los síntomas del ojo seco?

Para mejorar el ojo seco es fundamental encontrar los trastornos ocultos para tener buenos resultados oculares. Se necesita crear conexión y empatía entre el oftalmólogo y el paciente para entender el origen oculto de su malestar visual.

En mi práctica, descubrí que la mejor manera de abordar el ojo seco en pacientes con ansiedad o depresión es adoptar un enfoque integral con la oftalmología funcional, que incluya tanto los aspectos físicos como los emocionales de la afección.

Por eso, aplico diversas intervenciones para mejorar la producción de lágrimas:

Para iniciar es fundamental realizar una evaluación exhaustiva del paciente, que incluya una discusión detallada sobre sus síntomas de ojo seco, así como cualquier signo de ansiedad o depresión. Yo me tomo el tiempo para preguntar a mis pacientes cómo se sienten emocionalmente y si han experimentado cambios en su estado de ánimo o sus niveles de estrés.
Una vez que se ha identificado la presencia de trastornos emocionales subyacentes, es importante abordar estos problemas junto con el tratamiento específico del ojo seco. Esto puede incluir la terapia farmacológica y/o psicoterapia para tratar la ansiedad y la depresión, así como intervenciones para mejorar la producción de lágrimas, reducir la inflamación y mantener la superficie ocular saludable.
A menudo, recomiendo a mis pacientes que implementen cambios en su estilo de vida para ayudar a aliviar los síntomas del ojo seco y mejorar su bienestar emocional. Estos cambios pueden incluir la práctica regular de ejercicio, adoptar de una dieta antiinflamatoria, mejorar la calidad del sueño y encontrar actividades de relajación como la meditación o el yoga.

En última instancia, es esencial que los pacientes y nosotros los oftalmólogos funcionales, trabajemos juntos para abordar tanto los aspectos físicos como los emocionales del ojo seco.

Al evaluar y tratar los trastornos emocionales ocultos, podemos mejorar no solo los síntomas del ojo seco, sino también la calidad de vida y el bienestar emocional de nuestros pacientes.